lunes, 5 de marzo de 2012

¿Soy un verdadero creyente?

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En este breve estudio, queremos considerar la importante pregunta que busca el alma: ¿soy un verdadero creyente? para ayudar a responder esta cuestión, considera las siguientes preguntas. Piensa acerca de cada una de ellas de forma honesta y personal. Tómate el tiempo de mirar los versículos Bíblicos que se proporcionan con cada pregunta. Pregúntate: ¿Cómo estoy confiando en mi eterna salvación?

¿Me veo como culpable, como un pecador perdido en pie de un Dios santo y justo? (Romanos 3:10-19,23)

¿Reconozco que mi propio corazón es engañoso, malvado e incurablemente enfermo? (Jeremías 17:9; Marcos 7:21-23)

¿Me veo a mí mismo como merecedor de la muerte y el infierno? (Romanos 6:23)

¿Me doy cuenta de que si Dios me diese lo que merezco y me pagara conforme a la manera en que he vivido, sería totalmente destruído? (Salmos 130:3; comparar con Salmos 103:10)

¿Reconozco que no hay absolutamente nada que pueda hacer para salvarme a mí mismo? (Tito 3:5)

¿Entiendo que intentar hacerlo lo mejor que pueda y hacer buenas obras nunca me hará ganar una entrada al Cielo? (Efesios 2:8-9)

¿Me doy cuenta de que mi iglesia o mi sistema religioso no puede salvar mi alma? (Jeremías 17:5)

¿Estoy convencido de que mi propia justicia y mi bondad se queda corta de la justicia y la bondad que Dios requiere y demanda? (Romanos 3:10-12; 1 Corintios 6:9-10)

¿Tengo yo, por mí mismo, alguna credencial personal que sea aceptable delante de Dios? (Isaías 64:6)

¿Creo que Jesucristo es la única solución de Dios para mi problema con el pecado? (Hechos 4:12)

¿Creo que Jesucristo es la única puerta de salvación (Juan 10:9) y la única salvación para los pecadores (Mateo 1:21) y el único que puede darme vida eterna (Juan 10:28, 17:3)?

¿Entiendo que Jesucristo es el Dios eterno (Juan 1:1-3) que vino al mundo y se hizo hombre para salvarme (Juan 1:14, 1 Timoteo 1:15, Juan 3:17)?

¿Estoy convencido de que me amó incluso cuando era un gran pecador? (Romanos 5:8, Juan 3:16)

¿Estoy convencido de que murió y resucitó para salvar mi alma? (Romanos 4:25)

¿Estoy persuadido de que el Señor Jesús murió en la cruz por mis pecados y que murió en mi lugar como un sustituto perfecto y pagando la pena completa por mis pecados? (Isaías 53:6; 1 Pedro 3:18; 2 Corintios 5:21)?

¿Confío en Él y solamente en Él para salvarme (Hechos 16:31)?

¿He llegado a Él con una fe simple como la de un niño? (Juan 6:35,37; Mateo 11:28)

¿He recibido personalmente al Señor Jesucristo como mi Salvador? (Juan 1:12)

¿Estoy descansando completamente en quién es Él (Juan 8:24), en lo que ha hecho (1 Corintios 15:3-4) y en lo que ha dicho (Juan 6:47)?

¿Creo que el puede salvar completamente a todos los que vienen a Dios a través de Él incluyéndome a mí? (Hebreos 7:25)

¿Creo que las afirmaciones de Cristo en Juan 5:24 y Juan 3:16 se hacen ciertas en mí?

¿He compartido con otros alguna vez que Jesucristo es mi Salvador? (Romanos 10:9-10; Mateo 10:32)

¿Puedes decir desde el corazón "Mi esperanza se funda nada más en la justicia y la sangre de Jesús"?

Otra pregunta útil que puedes hacerte a ti mismo es esta:

Si muriese hoy y me parase delante de Dios y Él me preguntara "¿Por qué debo dejarte entrar en mi Santo Cielo?" ¿Cual sería mi respuesta?

Si mi respuesta apunta de alguna manera a mí mismo (mis credenciales, mis hechos, mis obras religiosas etc.) entonces no estoy sobre suelo firme. Algunos ejemplos de gente que pone su confianza en si mismas:

"Dios me debería dejar entrar a su Cielo Santo porque en mi vida he hecho más mal que bien."

"Dios me debería dejar entrar en su Cielo Santo porque intento guardar los diez mandamientos."

"Dios me debería dejar entrar en su Cielo Santo porque soy miembro de una cierta iglesia"

Todas estas respuestas apuntan a MÍ, pero la salvación no es de MÍ; ¡la salvación es del SEÑOR!

Solamente hay una razón por la cual puedo entrar al Cielo Santo de Dios. La respuesta apropiada sería parecida a esta:

"Entraré por una y solo una razón. Solamente por Jesucristo mi Salvador. Aparte de su obra en la cruz nunca podría ser salvo. Aparte de su vida que Él me ha dado como regalo, nunca podría entrar en su Santo Cielo. Él es mi única esperanza. Él es la única justicia que tengo y la única que necesito. Gracias Señor por salvar mi alma y hacerme completo".

Traducido de un texto en: http://www.middletownbiblechurch.org/salvatio/truebel.htm